Otra noche sin apenas pegar ojo, algo estaba durmiendo que por sus ronquidos no podía ser humano...
La etapa de hoy la tenía bastante miedo, todo el mundo me decía que se hace muy duro los 17km entre Carrión y Calzadilla, La verdad que me imagino que sea como todo, si hubiese salido a las 8 de la mañana con los primeros rayos de sol, el calor tiene que ser infernal, desde el primer día no he vuelto a saber lo que era pasarlo mal por las temperaturas debido al "esfuerzo" de empezar a caminar a las 5 de la mañana, la verdad que hoy la noche no ha sido tan especial como las anteriores, alguna ave nocturna volando a mi alrededor y un pequeño susto con un perro salvaje, creo que más se asusto él de mi... Cuando me quise dar cuenta, Calzadilla, estaba a la vista, y una vez atravesado el pueblo me encuentro con una de esas estampas que hacen que el camino sea especial, Una pareja de chicos belgas caminando con su hija de apenas 3 años. Charlo un rato con ellos , menos mal que hablan castellano, y ofrezco una galleta a la niña, que recoge gustosamente y me dedica una sonrisa, la primera sonrisa para mi en muchos días
Llegando a Ledigos , paro a tomar un cafe en el albergue, me encuentro una escena de película, una chica , por su manera de hablar brasileña, tirando platos y vasos a un chico, que pude adivinar que se trataba del dueño del albergue y la pareja de la "lanzadora", y es que muchas veces lo que pasa en el "camino" no se queda en él....
Me quedo sin cafe, y me lanzo hacia mi meta diaria, Terradillos de los Templarios, a 2km del pueblo me encuentro que salen 2 caminos y los 2 señalizados... Me quedo mosqueado y decido ir por el de abajo, al final los 2 dan a Terradillos, pero uno de ellos es el original, justo por el que he venido, el tema es que por el otro se llega primero al albergue privado nuevo.... Los "negocios del camino"....
Me quedo en el considerado público, la verdad es que me ha costado más que otros en los que he dormido, pero la cama y los baños tienen muy buena pinta, hay servicio de comidas y cenas, me largo a comer y a pensar en mis cosas a un pequeño merendero que hay a la salida del pueblo con sombra para poder echar la siesta, y sorpresa, me encuentro con Ivan, amigo de toda la vida, guitarrista y compañero de local muchos años, me cuenta que trabaja para el ayuntamiento del pueblo y me voy a tomar algo con él... Nos despedimos y me acerco a ver la iglesia, humilde, pequeña, pero con el encanto que según la leyenda, los templarios enterraron allí la "gallina de los huevos de oro"
Con idea de descansar, regreso al albergue, pero entonces un grupo de chicos me animan a que me quede con ellos tomando algo, la verdad es que no vine a esto, y siendo sincero no se hablar ningún idioma, y llevo tiempo pensando que la gente no puede cambiar, pero es una mentira a medias, las circustancias la distancia y las nuevas amistades hacen que cambies, y yo me he vuelto mucho mas reservado, hoy en día no me abro a la gente como antes, mi vida tampoco es igual, me encuentro rodeado de chicos y chicas, desde japoneses, pasando por americanos alemanes ingleses italianos.... Una experiencia muy grata, y que gracias a Marta, una chica italiana que hablaba varios idiomas, pude disfrutar, cenar todos juntos y desearnos "Buen Camino", es una de las cosas que aun no había conocido en esta peregrinación.
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